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Con pereza, aún con sus inmensos ojos semi entornados, expiró un gran bostezo.-Era hora de comenzar un nuevo día, sabía que ante sí le esperaba una larga y agotadora  jornada de mucho trabajo.-El paso de los años hacía su estrago, ya no era aquel jovencito que corría el día entero sin agotarse jamás.-

Sus viejas y desgastadas articulaciones crujen cada vez más; con los años se había tornado también áspero de carácter y había perdido su natural belleza y lozanía de los años mozos.-

Por su mente desfilaban millones de anécdotas diferentes de las cuales fuera testigo o cómplice.-

¡Cuantos recuerdos almacenados durante... cuantos años!.-Una vida, décadas, usos y costumbres diferentes...  ¡cómo había cambiado todo!.-

Las personas eran diferentes, ahora el ajetreo, la multitud, la prisa, la soberbia, la intolerancia...  Todo ese tenebroso conjunto era el común denominador de un apabullante presente.-

Atrás había quedado la quietud, la calma, las sonrisas, los alegres colores, la cortesía... ¡cuantas cosas que ahora añoraba!.-

Por eso cada día le costaba más y más incorporarse a su trabajo.-Miró de soslayo hacia un lado y vio como todo comenzaba a cobrar vida, se escuchaban adormilados murmullos, pesados ruidos metálicos...

¡Que inmensa nostalgia de un pasado glamoroso!.-Desde un tiempo atrás venía siendo mudo testigo de un futuro muy próximo que le asustaba.-Sabía que llegaría un momento en que debería retirarse, pero nunca se había preparado para ello.-Ahora era testigo de cómo uno a uno sus viejos compañeros fueron retirándose.-Ahora solamente quedaba él y por lo que podía ver era por poco tiempo.-

Llegó la hora de comenzar el día, debía ponerse a trabajar.-Pesadamente cobro movimiento, pero siempre ostentando el orgullo de su serie.-Comenzó su jornada como lo venía haciendo desde hacía muchos años sin interrupción.-Le gustaba su trabajo transportaba ilusiones, diversidad... Un recorrido que fue ampliándose lentamente, hasta alcanzar el actual... Lo que más le gustaba era ese pequeño tramo donde podía apreciar la maravillosa luz del día.-

Iba sumido en sus mas profundos pensamientos cuando de pronto miró hacia delante y vio una pequeña niña aferrada a su osito de peluche.- Era delgada y blanca como la nieve, su cabello caía en cascada sobre su espalda con destellos dorados.-A su lado una anciana de blancos y níveos cabellos esperaban pacientemente su llegada.-

Esta visión trajo a su mente un recuerdo que quería salir de entre las cenizas.-Entre las telarañas del tiempo pudo ver a otra niña vestida con harapos sucios y raidos, descalza y de enormes ojos verdes, su mirada era huidiza, temerosa.-

Arrinconada sobre una esquina apretaba contra sí un maltrecho osito de peluche... Su mirada vagaba de un lado a otro en busca de algo impreciso y suplicante.-

“Durante días y días aparecía entre la oscuridad del túnel, al principio temí que acabaría arrollándola... afortunadamente eso nunca sucedió.-Cuando por las noches las luces se opacaban ella esperaba expectante el silencio de la madrugada.-Salía lentamente y comenzaba su recorrido habitual hurgando entre las papeleras en busca de algún resto de alimento.-El descuido de la gente a veces le proporcionaba un festín, mientras que otras... era posible escuchar el sonido quejumbroso de sus viseras.-

Dormía escondida entre los burladeros y esperaba atentamente a que un nuevo día comenzase para poder mezclarse entre la multitud.-Por extraño que pueda parecer nadie reparaba en ella o si lo hacía... simulaba no verla.-Mendigaba pan... ni siquiera pedía dinero.-Estaba sola en un mundo adulto y egoísta donde al parecer nadie se fijaba en ella ni la echaba de menos.-

Una tarde quiso el destino que un revisor recién estrenado la encontrara y a pesar de su huida fue apresada por la fuerte mano del hombre.-Las lagrimas manaban copiosas por sus aterciopeladas mejillas, su mirada suplicante imploraba piedad... “NO, por favor... No me entregue señor”.-

Todo esto ocurría mientras yo esperaba con el corazón en un puño, impotente de no poder hacer nada por aquella dulce criatura que tantas miradas tiernas me había regalado durante días y días...

De pronto ingresó en el andén una anciana señora de cabellos grises prolijamente recogidos en un peinado tras la nuca, miró la escena, como decenas de personas que permanecían estáticos, mudos testigos inmóviles.-Sus ojos se clavaron en la agria e irónica sonrisa del revisor para luego posarse sobre la frágil criatura que lloraba gimiendo casi al borde de sus fuerzas “Señor me hace daño, suélteme por favor” .-

Pude oír con  satisfacción  una apacible y firme voz que imperiosamente ordenaba: “suelte inmediatamente a esa niña”.-El hombre la miro entre divertido y azorado, pero seguramente fue la fiera mirada de la mujer quien borro la sonrisa de su rostro.-Balbuceando monosílabos entrecortadamente, intento explicar a la mujer sus intenciones de entregar a la niña a las autoridades, pero la actitud firme y decidida de ella contuvo sus ímpetus y fue soltando lentamente a la niña.-

Indefensa como un pequeño gato abandonado y sabiéndose el centro de todas las miradas salió corriendo en busca del regazo de su salvadora.-Sus delgados brazos rodearon las piernas de su protectora aferrándose a ella.-

Lo que siguió después jamás lo olvidaré.- La niña fue cobijada entre los amorosos brazos de aquella desconocida y sus cabellos fueron acariciados por primera vez con  inmensa ternura.-Los sollozos cesaron y ambas subieron para realizar un viaje donde seguramente quedarían atrás sinsabores y soledades de una pequeña alma inocente.-

“Me he puesto melancólico, ya veo que no hay remedio para mí, he envejecido indefectiblemente”.-

Pasado algún tiempo pude volver a ver a esta niña convertida en toda una princesa, sus hermosos ojos verdes ahora sonreían, sus harapos se convirtieron en un fabuloso vestido color rosa pálido de satén... lo único que ella no había reemplazado era su osito... Pero lamentablemente hoy en día estas grandiosas historias del pasado no tienen protagonismo y sinceramente las añoro, y nada tienen que ver con el presente.-

¿Qué veo hoy? Cientos y cientos de historias diferentes, veo egoísmo en lugar de aquella desinteresada generosidad; libertinaje en vez de libertad, violencia en lugar de paz y serenidad, malos modos, feas y ofensivas palabras, ¡conteniendo nuestro idioma tantos maravillosos vocablos...!

 Por las noches, sobretodo los fines de semanas en lugar de románticas parejas, abrazadas compartiendo él más puro de todos los sentimientos como es el amor, puedo ser testigo y sufrir las consecuencias grises y tristes del alcohol, de las drogas, de la rebeldía, la mala educación, la violencia...

Por más que intento rescatar datos no puedo recordar exactamente cuando se produjo este gran cambio tan trascendental  para la humanidad, pero sinceramente ahora que lo pienso bien me vendrá bien el retiro.-

Prefiero dejarle paso a la sangre joven que ha llegado al reemplazo de nuestra generación.-Se ven brillantes y confortables tal como éramos nosotros hace.... ¡38 años!.-Mi generación es una de las más recientes en la historia ferroviaria, pero ya hemos cumplido nuestro ciclo aunque me cueste aceptarlo.-

¡Pensar que  nuestra historia en la ciudad comienza en 1924...!. ¡Cuántos años y cuanta vida ha pasado desde entonces!.-Inicialmente teníamos solo un pequeño recorrido...

¡Recuerdo el viaje en barco desde Alemania, nos vistieron del color del cielo: azul brillante, relucientes y así comenzamos a rodar y a rodar entre kilómetros de frías vías de acero.-“

Un momento... acabo de escuchar que este es mi ultimo viaje, sin embargo no estoy triste, llevo conmigo un baúl pleno de vivencias y recuerdos que nadie jamás podrá robarme.-He  descubierto la enorme necesidad que tengo de descansar... Impregnaré mis faros de este maravilloso recorrido... ¡Hasta las estaciones las veo distintas ahora que sé que es la última vez!.-Una a una van pasando luciendo hoy diseños vivos y confortables...

Es temprano aún, pero mis vagones están ya completos.-Cientos de personas regresan de sus trabajos, de estudiar... a sus casas, en busca del merecido descanso, el mismo que seguramente alcanzaré yo al final de mi recorrido.-Bajan y suben, se pisan, miran desafiantes midiéndose con la mirada.-Van apretados formando una gran masa humana y los oigo protestar y quejarse... Rutina, solo rutina... Una rutina que a partir de ahora acabara para mi y

seguirá a mis nuevos compañeros, quienes serán los encargados de escribir una nueva historia, en lo que a mi respecta este es mi ultimo viaje.-

 

 

  EL ULTIMO VIAJE
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